
La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad dermatológica crónica, recurrente y crónica. ¿Qué se manifiesta? ¿Cuál es el cuidado correcto de la piel de una persona que sufre de dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es una de las enfermedades de la piel aún no totalmente comprendida por la ciencia, la enfermedad es crónica y bajo la influencia de diversos factores puede manifestarse en diversas etapas de la vida del paciente.
Actualmente se destacan tres etapas del desarrollo de la enfermedad:
- El primero, denominado «eccema atópico del período infantil», se revela hasta la edad de 2 años,
- La segunda fase dura hasta los 12 años.
- El eccema atópico y la adolescencia es la tercera y última fase de la enfermedad.
Cada fase se caracteriza por diferentes síntomas de eccema y una ubicación característica de las lesiones. Es importante destacar que no todos los pacientes experimentan todas las etapas de la enfermedad, y la DA a menudo es atípica y difícil de diagnosticar.
¿Cuáles son las causas de la enfermedad?
La dificultad con la efectividad del tratamiento de la dermatitis atópica se debe a un conocimiento insuficiente sobre las causas de la enfermedad: el factor genético ahora se considera la clave. Los factores que pueden tener un impacto en la recurrencia de la enfermedad y la exacerbación de sus síntomas se han estudiado con mayor profundidad. Los más importantes de ellos son: alérgenos, estrés, estímulos psicológicos negativos, contaminación ambiental y bacterias.
¿Cuál es la manifestación de la dermatitis atópica?
Los síntomas más frecuentes y más fácilmente reconocibles de la DA son el prurito local persistente y la sequedad excesiva. En el caso de los bebés, las lesiones suelen tener la forma de inflamación y bultos exudativos ubicados en la cara, excluyendo la boca, la nariz y la barba. El eccema atópico en la infancia tardía se manifiesta generalmente en forma de piel seca, hipersensibles y lesiones eritematosas, p. Ej. alrededor de las muñecas, flexiones de articulaciones y parte posterior de las manos y pies. La DA en adultos tiene una variedad de síntomas, desde cambios inflamatorios menores hasta erosiones y los llamadas escamas de pescado, es decir, descamación local de la piel. Las lesiones pueden incluir la cara, el tronco y el dorso de la mano.
Dermatitis atópica: ¿cómo tratarla?
El tratamiento de la DA es sintomático, y la elección del método depende de la edad del paciente, la gravedad de los síntomas y la respuesta individual del cuerpo. La tarea principal de los medicamentos seleccionados individualmente (los glucocorticoides más utilizados) es reducir la inflamación de la piel y las dolencias que la acompañan: picazón, irritación y sequedad de la epidermis. El factor clave para reducir el riesgo de recurrencia es el cuidado diario y evitar los factores de riesgo.
La DA requiere un cuidado de la piel diario, regular y muy preciso , que consiste en proporcionarle una hidratación adecuada. La sequedad es el resultado de alteraciones en el llamado capa lipídica, que se encarga de proteger la piel frente a factores externos. La piel de una persona con DA, privada de suficiente protección, se vuelve altamente sensible tanto a los alérgenos como a los factores bacterianos, lo que puede conducir al desarrollo de una inflamación de diferente gravedad.
El elemento clave del cuidado diario de la piel sensible y seca es el uso de los llamados emolientes , es decir, preparaciones para hidratar. Su tarea principal es prevenir la evaporación excesiva del agua de la epidermis. Las preparaciones de aceite pueden tomar la forma de ungüentos o cremas. También se recomienda usar lociones de baño especiales que no causen sequedad de la piel.
El aceite de cáñamo en el cuidado de la piel de DA
Los productos para el cuidado de la piel de DA por lo general incluyen aceites naturales de alta calidad con un efecto hidratante o antiinflamatorio. Entre la amplia gama de sustancias lubricantes naturales, el aceite de cáñamo es particularmente efectivo, generalmente se asocia incorrectamente con el cannabis y se obtiene de semillas de cáñamo. La clave para entender las propiedades del aceite que promueven la salud y su efecto sobre la condición de la piel es el alto contenido de los llamados AGEs, o ácidos grasos insaturados . El aceite de cáñamo es una fuente rica de ácido γ-linolénico (GLA), que tiene propiedades hidratantes, antiinflamatorias y antipruríticas. Bálsamos, cremas y emulsiones con la adición de aceite de cáñamo puede reducir efectivamente los síntomas de la dermatitis atópica: la hidratación regular de la piel minimizará el riesgo de inflamación local y prurito.
Fuentes consultadas:
The Therapeutic Potential of Cannabinoids in Dermatology
Cannabinoid system in the skin – a possible target for future therapies in dermatology.